Durante la jornada de Innovación del XVIII Foro Porcino Zoetis

  • La innovación es clave para el sector en Aragón, al tratarse de la segunda comunidad autónoma en producción porcina con 006.187 animales, de los cerca de 26 millones a nivel nacional.
  • El porcino como primer sector ganadero en España (responsable del 10 por ciento de las exportaciones agroalimentarias españolas) ha de actuar como motor de cambio, apostando por la innovación y el empleo de nuevas tecnologías a nivel de granja.
  • Tecnologías como el Internet de las cosas o la realidad virtual multiplicaran en cuatro años por quince y treinta respectivamente el volumen de negocio que generan actualmente, arrastrando en este crecimiento a las empresas que apuesten por las mismas.

Zaragoza, 19 de enero de 2018 -. Más de 200 empresarios y veterinarios del sector porcino se reunieron el 19 de enero en Zaragoza para poner en común las últimas tendencias en materia de innovación que se están aplicando en este sector de actividad, así como aquellas que se aplicarán en un futuro próximo, y que afectan a los ámbitos de la producción y la comercialización.

El gran reto de la digitalización, que hoy día supone una gran oportunidad para estas empresas, las nuevas tecnologías, o la llamada “ganadería de precisión”, son algunos de los aspectos tratados en un programa que ha contado también con la presentación de los proyectos de innovación más interesantes en el porcino aragonés. El acto se ha enmarcado en el XVIII Foro Porcino de Zoetis, que se celebra desde ayer en la capital aragonesa.

Durante el mismo, Silvia Leal, experta en “inno-liderazgo” y transformación digital, ha afirmado que, en contra de lo que se cree, “no estamos ante un tsunami digital, si no ante lo que constituye una cuarta revolución industrial; pues el primero arrasa con todo a su paso, sin avisar, mientras que en este caso se nos está avisando desde hace tiempo, lo que nos permite subirnos al carro si así lo queremos”. La socióloga, reconocida como una de las diez expertas más influyentes en España, ha puesto algunos ejemplos de cómo las nuevas tecnologías pueden aplicarse al sector porcino: drones para monitorización de rebaños, realidad virtual para delimitar el terreno donde pastan los animales, “gamificación” para el avance científico colaborativo, o el Internet de las cosas para la monitorización individual y la trazabilidad. Unas tecnologías que nos permiten abaratar algunos costes de producción (hasta el 70% en el caso del uso de drones para control de plagas), dan paso a lo que es el futuro, la conocida como ganadería de precisión, y arrastrarán en sus propias expectativas de crecimiento a las empresas que apuesten por ellas. Sirva de ejemplo que, según Silvia Leal, el Internet de las cosas o la realidad virtual multiplicaran en cuatro años por quince y treinta respectivamente el volumen de negocio que generan actualmente.

Daniel Berckmans, del Departamento de Ingeniería de la Salud Animal y Humana de la Universidad de Leuven (Reino Unido), ha puesto sobre la mesa la necesidad de incrementar la eficiencia productiva en las producciones ganaderas, teniendo en cuenta que “se sacrifican cada año más de 60 billones de animales en el mundo y se espera que la demanda de producciones ganaderas se incremente en un 75 por ciento de cara al año 2050”. Las nuevas tecnologías son y serán a su juicio fundamentales para monitorizar a los animales de forma individual y continua y para establecer modelos de predicción que incrementen la eficiencia productiva, ahorren costes, mejoren la calidad de vida de los ganaderos y la sostenibilidad de las explotaciones.

Javier Domínguez, jefe de la Dirección de Ciencia e Investigación de la Agencia de Seguridad Alimentaria del Reino Unido, ha explicado como en el país vecino proyectan el empleo de nuevas tecnologías para mejorar los sistemas de control oficial en granja y en matadero, donde aún son de carácter muy organoléptico, basados en el riesgo y estableciendo sistemas predictivos, con un menor coste y/o inversión de recursos. “Estas tecnologías nos permiten mejorar la vigilancia, facilitan un mayor rendimiento productivo y un mejor uso de los medicamentos veterinarios, entre otros, en línea con el uso responsable de antibióticos, por ejemplo”. Además, el uso de datos nos permitirá, según el experto, mejorar la seguridad alimentaria, la salud y el bienestar de los animales y por ende la confianza del consumidor”.

Finalmente, el ponente ha destacado la fortaleza del sector porcino español, señalando que agrupa el 10 por ciento del total de las exportaciones agroalimentarias españolas, por lo que ha animado a los asistentes a actuar como motor de cambio del conjunto de la ganadería para impulsar la necesaria digitalización.

“Innovar para poner freno a la contribución de las granjas de porcino al calentamiento global”

En cuanto a la investigación e innovación desarrollada concretamente en el sector porcino aragonés, Juan Grandía, del Departamento de Patología Animal de la Facultad de Veterinaria de Zaragoza, ha expuesto algunos de los proyectos finalizados o en marcha, como aquel centrado en la aplicación de procesos biotecnológicos para la disminución de gases con efecto invernadero y mejora de la gestión del nitrógeno del purín; además de otros relativos al bienestar de cerdas y lechones en el parto, el diseño de curvas específicas de alimentación, o la disminución de lesiones en la cerda tras las inseminación artificial.

La jornada ha concluido con la intervención de Leticia Sanchiz, directora general de Grupo Sanchiz, importante empresa productora de porcino con cerca de 11.000 cerdas repartidas en tres granjas y ganadora del I Premio Porc d´Or Zoetis a la Innovación. Sanchiz ha detallado algunos aspectos claves que les han hecho merecedores de dicho galardón, como el programa de eficiencia energética y reducción de emisión de gases con efecto invernadero, que vienen implementando en sus granjas desde 2013 hasta el día de hoy. “Como resultado del mismo -ha afirmado- hemos conseguido un ahorro considerable de los costes energéticos, ya que en la actualidad nos autoabastecemos completamente de energía eléctrica y térmica, mediante el empleo de energías renovables”. Así, de la producción de energía eléctrica en las granjas del grupo, el 30 por ciento es para autoconsumo y el 70 por ciento restante es vendido a la red eléctrica. “Además -ha concluido la empresaria- “con nuestra política de biodigestión de los purines por cogeneración y el empleo de energías renovables, contribuimos a frenar el calentamiento global de nuestro planeta y marcamos el camino que han de seguir las empresas del sector porcino que quieran seguir produciendo en el futuro”.